Hoy he recibido el típico mensaje que pide una oración multitudinaria, sin importar la religión que tengas, por los cristianos que son perseguidos alrededor del mundo, este en concreto por los de Siria.
Parece bonito, inspirador e íntimo, pues no se pide que sólo un cristiano rece por otro cristiano, sino que cualquier persona de este mundo, la que sea, rece por ellos. Sin importar tu raza, tu religión. Pero en verdad no lo es pues nos demuestra una realidad. Una realidad que cada vez se extiende más. Una realidad que demuestra que ser Cristiano ya no es más que un tópico, un Hashtag o, dicho de manera más clara, un postureo moderno, aunque reivindicativo.
Para ser más exacto permitidme que os ponga otro ejemplo: pocas veces voy a misa, no me siento muy cómodo la verdad, y siempre llega el gran momento en el que, iniciado por el sacerdote, le pedimos al Señor por…sorpresa…los cristianos que son perseguidos en todo el mundo.
Solo pedimos por ellos. Y por los refugiados, que están de moda.
Y es aquí dónde se encuentra el problema. Pedimos que recen por nosotros, o por los «nuestros», que sufren mientras nosotros NO rezamos por ELLOS.
ELLOS, personas de cualquier ideología y religión, que (en otras zonas o las mismas) también son perseguidos. Pero esto ya no nos interesa, ya no nos toca. No forma parte de «lo nuestro». Pues nosotros tenemos que ser gente que juzgue la persecución que algunos de los «nuestros» sufren pero la que sufren los demás….. ah esa…. bueno, es su problema.
Y claro que no todos los cristianos son así, ni mucho menos digo eso. Conozco a mucha gente que, orgullosa, dice que es Cristiana y lo demuestra por su forma de ser, de vivir. Y esa gente es la primera que es juzgada pues ya de primeras se asocia con la «mayoría». Porqué el problema está en esta «mayoría», la que muestra al mundo qué NO es ser cristiano.
Morrison 